La miel es un alimento natural producido por las abejas a partir del néctar de las flores. Existen más de 320 variedades que se diferencian por su color, sabor y aroma. Es rica en azúcares naturales, aminoácidos, vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que la convierte en un endulzante saludable y un complemento con múltiples beneficios.
Además de su uso en la cocina, la miel se aprovecha por sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y cicatrizantes. Diversos estudios sugieren que puede contribuir a la salud cardiovascular, aliviar la tos, favorecer la digestión, mejorar la memoria y acelerar la recuperación de heridas y quemaduras.
Su consumo es seguro para adultos y niños mayores de un año, pero no debe darse a bebés pequeños por el riesgo de botulismo infantil. Aunque es poco frecuente, algunas personas pueden presentar alergia al polen presente en la miel.
En definitiva, la miel es un superalimento natural que combina sabor, nutrición y propiedades medicinales, siendo un aliado tanto en la mesa como en el cuidado de la salud.